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Errores comunes al contratar energía y cómo evitarlos

  • Foto del escritor: Victor Rodriguez
    Victor Rodriguez
  • hace 14 minutos
  • 4 Min. de lectura

Contratar electricidad o gas para una empresa puede parecer una tarea sencilla, pero si se hace sin la información adecuada, puede acabar saliendo muy caro. Muchas veces se toman decisiones con prisa o sin entender del todo las implicaciones que puede tener cada contrato. En MIAF, con años de experiencia ayudando a empresas a optimizar sus costes energéticos, hemos recopilado los errores más habituales que cometen nuestros clientes antes de trabajar con nosotros. A continuación, te explicamos cuáles son y cómo evitarlos de forma sencilla.


errores en las facturas de luz

1. No comparar diferentes ofertas

En España hay más de 40 compañías que venden energía, y cada una puede tener decenas de tarifas diferentes. Muchas empresas aceptan la primera oferta que les llega, sin saber que puede haber otras más baratas o que se adapten mejor a su perfil de consumo. En MIAF utilizamos una herramienta propia que compara más de 600 tarifas de electricidad y gas. Así conseguimos encontrar la opción más ventajosa para cada cliente, teniendo en cuenta sus necesidades reales y el tipo de actividad que desarrolla.


2. Elegir una tarifa que no se adapta al consumo

Cada empresa tiene un patrón de consumo energético distinto. Hay tarifas con discriminación horaria, tarifas planas o precios indexados al mercado. Por ejemplo, una empresa que trabaja solo por las mañanas no debería contratar una tarifa con horas valle de noche. Si no eliges una tarifa adecuada a tus horarios y a tu consumo real, puedes estar desperdiciando una oportunidad de ahorro importante. Estudiar el consumo histórico y prever el comportamiento futuro es esencial para acertar.


3. Contratar una potencia que no corresponde

La potencia contratada es la cantidad máxima de energía que puedes usar a la vez. Si contratas más potencia de la que necesitas, estarás pagando un fijo mensual demasiado alto. Por otro lado, si contratas menos, podrías sufrir cortes o penalizaciones por sobrepasar ese límite. En MIAF analizamos la curva de carga de cada punto de suministro para ajustar la potencia a lo que realmente usas, sin sobrecostes ni riesgos.


4. No leer bien el contrato

A menudo, los contratos de energía vienen con condiciones escondidas que pueden perjudicar a la empresa en el futuro. Cláusulas como la permanencia obligatoria, penalizaciones por cancelación anticipada o renovaciones automáticas pueden pasar desapercibidas si no se revisa el contrato con detalle. Siempre es recomendable leerlo con calma o pedir ayuda a un asesor energético que pueda detectar posibles problemas antes de firmar.


5. No revisar las facturas

Muchas empresas confían en que su proveedor les facture correctamente, pero esto no siempre ocurre. Errores en los importes, conceptos mal aplicados o duplicidades son más comunes de lo que parece. En MIAF revisamos todas las facturas de nuestros clientes una por una, para asegurarnos de que estén bien calculadas y, si no es así, reclamamos lo que corresponda sin que tú tengas que preocuparte por nada.


6. No prepararse para la renovación del contrato

Los contratos energéticos suelen renovarse de forma automática si no se avisa con antelación. Y cuando eso ocurre, las condiciones nuevas no siempre son tan buenas como las del contrato original. En algunos casos, incluso suben los precios sin previo aviso. Por eso es fundamental anticiparse y revisar las condiciones del contrato varias semanas antes del vencimiento. Así se puede renegociar o cambiar de comercializadora sin sorpresas desagradables.


7. No tener en cuenta la energía reactiva

La energía reactiva es un tipo de consumo que se genera con algunos equipos eléctricos, como motores o transformadores. Aunque no se aprovecha para hacer funcionar los aparatos, puede provocar penalizaciones en la factura si supera ciertos límites. Muchas empresas no son conscientes de que están pagando de más por este motivo. Con un análisis técnico adecuado, se pueden instalar baterías de condensadores que eliminan este problema y reducen el gasto.


8. No pensar en energías verdes o compañías locales

Cada vez más empresas valoran la sostenibilidad y el compromiso medioambiental. Existen comercializadoras que ofrecen energía 100% renovable, y algunas lo hacen a precios competitivos. También hay compañías locales que, por cercanía y conocimiento del entorno, pueden ofrecer un mejor servicio o mejores condiciones. Elegir energía verde no solo ayuda al planeta, sino que también mejora la imagen de marca ante clientes y socios.


9. No contar con un asesoramiento profesional

Intentar gestionar todos estos aspectos sin experiencia puede ser complicado y consumir mucho tiempo. Un asesor energético, como los de MIAF, no solo te ayuda a contratar la mejor tarifa, sino que te acompaña en todo el proceso: desde el análisis inicial hasta la monitorización continua y la gestión de incidencias. Contar con apoyo profesional marca la diferencia.


Evitar estos errores te permitirá ahorrar dinero, tener más control sobre tu consumo de energía y evitar preocupaciones innecesarias. La energía es un gasto fijo importante para cualquier empresa, pero con la estrategia adecuada puede convertirse también en una fuente de ahorro y eficiencia. En MIAF estamos para ayudarte: analizamos, comparamos, optimizamos y gestionamos toda tu energía para que tú te centres en tu negocio.


Solicita tu estudio energético gratuito con MIAF y empieza a ahorrar desde ya.

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